Brasil, en tanto, es el quinto país que más invierte en Chile, y el principal destino de las inversiones chilenas en el exterior. Cabe destacar que ambos países han diversificado sus exportaciones e importaciones, abarcando una amplia gama de productos, siendo el vino uno de los principales. De hecho, Brasil se posicionó, el año pasado, como el principal comprador de este producto, desplazando a China, país que se mantuvo por años en el liderazgo.

        En este sentido, hace diez años Chile enviaba 3,3 millones de cajas de vino a Brasil, alcanzado los 7 millones de cajas en 2021. Y en agosto de 2022, esa cifra fue superada con creces, 5,17 millones, logrando que por primera vez un país sudamericano se situara a la vanguardia en términos de volumen.

Como Vicepresidente de la Cámara Chileno-Brasileña de Comercio, considero muy relevante este gran paso que dio Brasil, consolidando su rol como consumidor ávido del vino chileno. Un crecimiento que ha sido impulsado por la preferencia de los consumidores brasileños por la calidad, el sabor y la diversidad de este producto.  Aprovechando esta preferencia e interés, puede visibilizarse que aún existen oportunidades para que siga posicionándose en este mercado.

         El enoturismo, por ejemplo, se ha impuesto como una excelente instancia para conectar al productor con el consumidor. Además, la unión de la compra presencial a la posibilidad de poder adquirir los productos vía e-commerce es otro factor que juega a favor, estableciéndose como un proceso rápido, eficiente y seguro.

                    Tendencias para la Industria

        Este desarrollo develó que el vino dejó de ser mayormente consumido por hombres, siendo cada vez mayor el número de mujeres que optan por este brebaje. Y no solo por los clásicos, como el Cabernet Sauvignon o Malbec, sino que también por blancos, Rose y ligeros como Pinot Noir.

         En relación a los espacios para beberlo, a los restaurantes, que eran los que llevaban históricamente la delantera, se le sumaron los bares, los cuales también tienen al vino en su lista de tragos preferidos.

         Como se puede apreciar, hay varios aspectos positivos que deja esta relación comercial entre Chile y Brasil.

        Sin embargo, aún hay tareas pendientes, como por ejemplo atraer a los públicos más jóvenes, ya que el mercado lanza cada vez más productos innovadores, como vinos orgánicos, sin glúten, veganos, biodinámicos, con baja graduación alcohólica, entre muchos otros. Y estos sin duda pueden intensificar aún más este bullante mercado.