Un tema recurrente en la mesa política y el debate social es la situación de la mujer. Sin embargo, una perspectiva crucial emerge al considerar la intersección del género con el envejecimiento poblacional en nuestro continente. La frase “la mujer embellece luego envejece y es el hombre el que fallece” nos introduce a una realidad ineludible: la vejez en Latinoamérica tendrá, predominantemente, rostro de mujer. Esto nos obliga a examinar con urgencia la doble discriminación qué enfrentan.

Machismo y Edadismo: Una Suma Peligrosa

      Históricamente, la mujer ha enfrentado diferencias de género arraigadas en el machismo. A esta discriminación estructural, se suma un fenómeno creciente y acelerado en nuestro continente: el envejecimiento poblacional. Con él, surge el “viejísimo” o “edadismo”, una discriminación basada en la edad, para la cual nuestras sociedades no siempre están preparadas.

       Si no generamos cambios conductuales, culturales y educacionales profundos, la mujer latinoamericana se verá sometida a una doble carga discriminatoria: por ser mujer y por ser mayor. La pandemia de COVID-19 evidenció esta realidad: el cuidado de la familia, hijos y adultos mayores recayó desproporcionadamente en el género femenino, llevando a la postergación de sus propias necesidades y desarrollo. Ellas han sido una bisagra fundamental en tiempos de crisis. Leer Más